11/2/09

COMUNICADO URGENTE

F. A. C.
(Ley 13.512)
Federación Argentina de Consorcios
Personería Jurídica – Res. nº 000035 – I.G.J.

Comunicado a los Consorcistas del País.

La Federación Argentina de Consorcios viene trabajando con la máxima seriedad en el problema de gran magnitud, que abarca los hogares de la mayoría de los Argentinos, por el desgraciado problema de las “expensas” y el manejo que han tenido hasta el presente.

Dentro de todo lo actuado hemos denunciado el incumplimiento de los tratados Internacionales que nuestro País ha firmado desde hace 60 años ante la OIT, Organización Internacional del Trabajo, Organismo máximo del Mundo de las relaciones laborales entre empleados y empleadores.(los que fuimos marginados brutalmente de esas paritarias perversas)

El 5 de Marzo, el Comité de Queja tratara el caso Argentino en Ginebra.
La Federación ha resuelto realizar una jornada pública cumpliendo con el clamor de todos los Consorcistas, abrumados por la situación que viven ante la imposibilidad de pagar esas confiscatorias expensas, que llevan inexorablemente al remate de su vivienda.

Para organizar esa Jornada es que hemos convocado a una reunión, el día 25 de Febrero a las 17 horas en la calle Bartolomé Mitre 1759, Buenos Aires.
Recordamos que esperamos en esta reunión a aquellos hombres y mujeres que se vienen ofreciendo para colaborar con nosotros. De allí saldrán las acciones y actos que desarrollaremos en defensa de nuestras viviendas en peligro.

Entendemos con esta convocatoria cumplir con todo lo que nos vienen pidiendo nuestras bases. Quedan convocados.
10 de Febrero de 2009

Alicia Gimenes Marcos Bergenfeld Félix Pazo
Vicepresidente Presidente Secretario.


F.A.C. (Ley 13.512)Federación Argentina de ConsorciosDirección: Bartolome Mitre 1711 -1º oficina 1 E-Mail : fedac@speedy.com.ar
Horario: lu/ jue 14 a 18 hs.Telefono: 011- 4372- 7686

9/2/09

SUTERH ¿Y... dónde lo dice...?

Excelente articulo que reproducimos, escrito por Gustavo Karchner (www.losconsorcistas.com.ar)

A propósito de la advertencia del titular del SUTERH ante los consorcistas respecto a que "está prohibido por ley vender o alquilar la vivienda que tienen destinada a los encargados y sus familias", y que de hacerlo, éstos "perderían juicios millonarios", me pregunto dónde lo dice. ¿En el reglamento? En ese caso, se modifica el reglamento y listo. Si total, esa cláusula es un invento pagano que, hasta donde yo sepa, no se ampara en ninguna ley preexistente.

Ayer, hoy y mañana

Recuerdo que hace muchos años, un amigo que militaba en un partido político supuestamente democrático, me contó que había cuestionado una orden verticalista por considerarla "absurda" y "antidemocrática". Y que al plantearlo ante quien bajaba aquel mandato disparatado oyó que éste le decía: "viene de arriba, compañero; viene de arriba", haciendo un gesto con todo el cuerpo como de resignación y de supuesta solidaridad con su compañero partidario. Y como si con eso la orden fuera "incuestionable" y mi amigo estuviese obligado a acatarla... el compañero (que su vez era un funcionario, un burócrata partidario, no más que eso) y toda la militancia también.

Cansado de que el fenómeno se repitiese una y otra vez decidió puentear la vía jerárquica y se dirigió hacia arriba para cuestionarla directamente ante quien correspondiese o, por lo menos, pedir una explicación al respecto pero, asombrosamente, "arriba", metafóricamente hablando: "no había nadie". Es decir: nadie sabía de lo que mi amigo estaba hablando. Nadie había dicho "esta boca es mía" o... "sí, claro: esa es mi letra" o... "yo di la orden".

En otra ocasión, en una asamblea a la que asistí como apoderado de una agotada propietaria, pude apreciar que la administradora decía, permanentemente y cada vez que algún copropietario cuestionaba sus propuestas bizarras: "no lo digo yo, lo dice la ley". Y claro, como "venía de arriba", todo el mundo se callaba y aceptaba, contra su voluntad, las propuestas de esta cretina.

Uno de los propietarios, que conocía muy bien la razón de porqué yo estaba allí, se me acercó y me susurró al oído: "siempre es lo mismo: nos acuesta con sus malditas leyes y decretos". De modo que pidiendo la palabra propuse como moción de orden que los allí presentes aceptaríamos la propuesta de la señora administradora, "siempre y cuando" ella nos dijera cuál era el artículo de la ley que había citado.

Envalentonada, cínica, muy cínica ella, con una absoluta frialdad dijo: "la 1.465 del Código Civil". Y esa fue su bancarrota, porque en toda asamblea a la que asisto suelo ir con la 13.512, la 941 y el Código Civil debajo del brazo, entre otros "papelitos" y "machetes" porque una cosa es hacer referencia a un artículo o decreto y otra cosa muy distinta es "demostrar" donde lo dice.

Ergo: el artículo 1.465 del C.C. dice, textualmente: "Los gastos para la entrega de la cosa vendida serán de cuenta del vendedor, y los de su transporte o traslación de cargo del comprador, salvo el caso de estipulación especial"; ¡que nada tenía que ver con el problema del gas que se estaba tratando en aquella asamblea y mucho menos con el cambio de los caños! Pero así como dijo "1.465" pudo haber dicho tranquilamente y muy suelta de cuerpo "15.514" que lo mismo daba y siquiera existe... pero que todos aceptarían irremediablemente y sin chistar porque, claro, "está escrito" y "ella es la que sabe". Agravado del hecho de que nadie lee siquiera el Reglamento de Copropiedad; siempre y cuando lo tenga, lo que ya es mucho pedir a pesar de que esa debiera ser la regla toda vez que se hace una operación de compraventa y en honor a un buen notario.

Pero desgraciadamente "la mayoría de las personas no lee; cuando lo hace, siquiera se fija; cuando se fija, no entiende nada; y cuando entiende algo, pronto lo olvida". Menudo problema señoras y señores. Y así estamos.

Si el cuco lo dice...

A esta altura de la historia, sorprende ver cómo viejos trucos todavía sirven para hacer películas nuevas. ¿Y por qué digo todo esto? Porque la habilidad de algunos para estafar o coercionar a muchos se basa no en sus propios conocimientos sino en la ignorancia del interlocutor. Ahora, si lo afirmado tiene un modo de ser comprobado, si está escrito en algún lado, si tiene nombre y apellido, o autor o fecha... otro será el cantar, aún cuando lo escrito sea absurdo y disparatado y haya que resolverlo después en otra guerra.

A raíz de todo esto, he de decir que llama notoriamente la atención la permanente actitud del dirigente del SUTERH de hacer referencias coercitivas tales como decir que si los copropietarios hacen tal cosa "LA LEY" los castigará. Que si lo copropietarios hacen tal otra, se comerán cientos de juicios, o sufrirán embargos, o perderán sus propiedades, o el auto... o el pelo... o la esposa (y en esto, tal vez algunos salgan beneficiados), el loro o el perrito.

Pero nunca dice cuál es el artículo aludido, de la ley tal, que obliga y sanciona tal y cual proceder inapropiado. Y se lo ha escuchado decir en la radio, la televisión, los medios de prensa... una y otra vez, cientos de veces. Siempre, con la arcilla en la mano, cual un Moisés que baja de la montaña con las máximas de Dios.

¿Existe ese artículo divino? ¿Lo dice la ley? ¿Cuál? ¿En qué artículo? ¿Qué dicen lo abogados defensores de los derechos de los propietarios respecto a ello? Porque si existe, desde estas mismas líneas pido las disculpas correspondientes por mi mala fe pero, si no existe, ¿por qué seguir metiendo más miedo y desconfianza en una sociedad castigada por la corrupción, el clientelismo, la extorsión y la permanente y solapada violación de los derechos humanos? Porque esto que se nos está haciendo a los consorcistas al atentar contra nuestro patrimonio es violación a los derechos humanos, o yo me dejo de llamar como me llamo y paso a llamarme Gladis o María de las Ensoñaciones.

¿Hasta cuándo deberemos soportar que sigan violando nuestros derechos cívicos y constitucionales bajo amenaza de ser castigados por el cuco leguleyo que está en todos lados pero en ninguno, cuco que vaya casualidad, nadie jamás ha visto pero cuya presencia es reconocible (o su paso al menos) cada vez que se defiende a los injustos y poderosos; nunca a débiles y buenos, o estúpidos e incautos.

Como esas madres extorsivas y autoritarias que obligan a comer verduras diciendo que si el niño no lo hace, "el Fulano de arriba lo castigará"; o que Papá Noel, que "todo lo ve", esta Navidad no le traerá regalitos por no hacerle caso a su linda mami tanto que lo quiere cuchi-cuchi.

Ya lo dijo Goebbels: "¡miente, miente: que algo queda!". En base a aquel viejo principio (también de su autoría) que dice que "una mentira repetida hasta el cansancio termina pareciendo una verdad". Como la bazofia del 11 de Septiembre, el alunisaje o el atentado al Maine.

Por eso, repito: ¿Dónde está escrito? ¿Quién les va a hacer juicio? ¿El SUTERH...? ¿Con qué "derecho"? Toda vez que uno, como "propietario", es dueño "...de usar y disponer de su propiedad..." según lo declara el Art. 14 de la Constitución Nacional. ¿O acaso hay alguna ley que esté por encima de nuestra carta magna? ¿Qué, el SUTERH puede violar nuestras propiedades por mandato divino? Entonces eliminemos el Art. 17 de la Constitución Nacional o por lo menos, el punto en donde dice: "La propiedad es inviolable, y ningún habitante de la Nación puede ser privado de ella, sino en virtud de sentencia fundada en ley".

Y sigo citando a la Constitución Nacional. ahora a su artículo 42: "Los consumidores y usuarios de bienes y servicios [es decir "nosotros" los consorcistas] tienen derecho, en la relación de consumo, a la protección de su salud, seguridad e intereses económicos; a una información adecuada y veraz; a la libertad de elección, y a condiciones de trato equitativo y digno". Por lo que NADIE puede OBLIGAR a NADIE a atentar contra sus propios intereses, ni contra sus propios bienes, ni contra su libertad de elección, ni su condición digna y equitativa de vida. ¿Capisce? Y si así no lo fuere, queda recurrir al amparo del Art. 43 que no expongo por ser un tanto extenso, pero que puede consultarse si se lo desea siguiendo el enlace correspondiente.

De modo que, y para concluir, me despido con una frase de mi autoría: "la realidad, es la mediocridad consensuada". Y la mentira y la mediocridad, mis estimados, van de la mano. ¡Qué cosa...! ¿Por qué será?